Tras una década dedicada al análisis del Patrimonio eclesiástico con las edades del hombre en 2006 y el análisis de lo que supuso la invasión napoleónica en el año 2010 y 2012, creemos que los mirobrigenses debemos volver a dar valor a la mayor parte del patrimonio arquitectónico de nuestra ciudad, los edificios renacentistas del siglo XVI y lo que este siglo supuso en la evolución y en lo que hoy podemos contemplar en nuestras calles.