Televisión, música y redes sociales. Estos son los tres principales consumos culturales de los habitantes de la Ciudad de Buenos Aires y el conurbano, de acuerdo con los resultados de una encuesta domiciliaria que realizamos a 700 personas mayores de 18 años en octubre de 2016. Si bien diferentes, estas actividades comparten dos características fundamentales: no requieren una inversión adicional de dinero y no demandan el foco primario de atención durante un tiempo prolongado. Son, por el contrario, prácticas que nos acompañan en nuestros quehaceres diarios, como parte del ambiente simbólico que nos rodea. A diferencia de leer un libro, ir al cine, o visitar un museo, que requieren un gasto puntual y la interrupción el flujo de tareas cotidianas durante un lapso significativo, ver la televisión, escuchar música y circular por las redes son actividades que pueden ser realizadas con un bajo costo monetario e integradas a todo tipo de prácticas laborales y domésticas.