Tipos de cubierta para la casa

Cuando hablamos de la clasificación de las cubiertas lo primero que pensamos es si son planas o inclinadas. Esta es la categorización principal. Ambos tipos se usan en la arquitectura moderna. Aunque, por tradición, los inclinados son más comunes en los sitios lluviosos y con nevadas importantes.

El motivo de esto es que las cubiertas inclinadas permiten que el agua y la nieve caigan por gravedad. Mientras que en las planas es más difícil hacerlo y puede llegar a acumularse. El problema que se genera en este caso es el peso que se puede acumular en el techo y llegar a dañar la estructura.

De igual forma, al no poder evacuar el agua con facilidad, esta se puede filtrar al interior del edificio. Sin embargo, gracias a la evolución de los materiales de construcción e impermeabilizantes las cubiertas planas han ganado popularidad también en lugares donde suele caer nieve.

Es conveniente que buscar asesoría al momento de elegir entre una cubierta plana o inclinada. Muchas veces nos dejamos llevar solo por la estética sin pensar en la funcionalidad. Seleccionar un tipo específico puede marcar la diferencia no solo en la evacuación del agua; sino en la entrada de luz o para salvar espacio útil en el interior de la vivienda.

Las cubiertas planas e inclinadas se distinguen por su pendiente respecto al suelo. Las primeras tienen un ángulo menor a los 10 grados, quiere decir que no siempre son del todo planas, sino que tienen una inclinación muy leve.

En el caso de las cubiertas inclinadas hay muchos tipos, entre los que podemos distinguir:

• Cubierta a un agua. Posee solo un faldón inclinado por donde se evacúa el agua. Es sencillo y, sin embargo, no es el más común.
• A dos aguas. Tiene dos faldones y es el más común porque se adapta a la mayoría de los diseños arquitectónicos. Además favorece la ventilación y es fácil de construir.
• A cuatro aguas. Posee cuatro vertientes inclinadas unidas por las limas. No proporcionan la ventilación más adecuada en la vivienda, pero funciona mejor en zonas de vientos fuertes.
• Cubierta con faldones. Se le llama así cuando poseen cuatro o más planos inclinados y estos pueden tener o no la misma pendiente.
• Amansardada. En esta cubierta los faldones se quiebran, de modo que la pendiente inferior es más pronunciada que la superior. Tiene la ventaja de optimizar el espacio y, además, suelen colocarse ventanas.
• Cubierta mariposa. Se caracteriza porque la inclinación de los faldones es hacia el interior, lo que favorece la iluminación natural. Sin embargo, es más difícil evacuar el agua.

Estos son algunos de los tipos de cubierta para la casa más populares. Hay otros como el de dientes de sierra o al estilo holandés. Consulta con un experto cuando vayas a elegir la mejor opción para tu vivienda.