Las 10 razones por las que los adolescentes van a terapia

Los adolescentes pueden beneficiarse de una reunión con un terapeuta para hablar sobre una variedad de temas, que van desde problemas de relación hasta preguntas sobre la identidad sexual.
Si cree que su hijo adolescente podría beneficiarse asistiendo a psicoterapia en Madrid, no dude en programar una cita con un profesional. A veces, unas pocas sesiones de terapia corta pueden hacer una gran diferencia en el bienestar general de su hijo.
Aquí 10 razones por las que los adolescentes van a terapia:

Los trastornos del humor a menudo comienzan durante la adolescencia. Y si no se trata, la depresión puede durar hasta la edad adulta. Si su adolescente parece irritable, triste y retraído, hable con su pediatra. Un diagnóstico preciso y una intervención temprana son componentes clave para un tratamiento eficaz.

Si bien es normal que los adolescentes se preocupen a veces, algunos adolescentes experimentan ansiedad intensa . Si su adolescente tiene dificultad para hablar frente a la clase, o si constantemente le preocupan las cosas malas que van a suceder, la terapia podría ayudarla a aprender cómo controlar sus síntomas.

Las suspensiones de la escuela, las violaciones repetidas de toque de queda y el comportamiento agresivo pueden ser síntomas de problemas más serios. Un terapeuta podría ayudar a descubrir posibles problemas de salud mental , deficiencias en las habilidades o problemas sociales que pueden estar impulsando el comportamiento de su adolescente.

Desafortunadamente, las drogas y el alcohol pueden convertirse en problemas serios para los adolescentes. Un consejero de abuso de sustancias puede evaluar el uso de sustancias de su adolescente y ayudar a determinar el tratamiento más adecuado. La terapia individual, la terapia de grupo, la desintoxicación o el tratamiento residencial pueden ser opciones dependiendo de la gravedad de los problemas de un adolescente.

Los adolescentes pueden estresarse . Ya sea por la presión de tener un buen desempeño en un examen o por inquietudes sobre qué hacer después de la escuela secundaria, el estrés puede tener un gran impacto. La terapia puede ayudar a un adolescente a aprender habilidades para manejar el estrés con éxito, y eso es algo que les será útil durante toda su vida.

Los acosadores, las calificaciones bajas, las camarillas y los problemas relacionados con los maestros son solo algunos de los problemas sociales que muchos adolescentes experimentan. Los adolescentes a menudo no están seguros de dónde acudir para obtener ayuda. La terapia puede brindarles apoyo a los adolescentes y brindarles habilidades que los ayudarán a navegar exitosamente en la escuela secundaria.

El robo, el consumo de alcohol por menores de edad o las peleas son solo algunas de las razones por las cuales los adolescentes tienen problemas con la ley. A veces, son obligados por la libertad condicional, o sus padres, a recibir asesoramiento. La terapia puede ayudar a un adolescente a aprender cómo tomar decisiones más sanas para prevenir más problemas legales.

Si bien la mayoría de los adolescentes tienen problemas de confianza en sí mismos en algún momento, algunos experimentan problemas graves de autoestima. Cuando esos problemas no se abordan, los adolescentes corren un mayor riesgo de problemas como el abuso de sustancias y el fracaso académico. La terapia puede ayudar a aumentar la autoestima de un adolescente.

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Ya sea una experiencia cercana a la muerte o una agresión sexual, los eventos traumáticos pueden tener un impacto de por vida en un adolescente. La terapia puede aumentar la resistencia y reducir el impacto que el evento traumático tiene en la vida de un adolescente. La intervención temprana puede ser la clave para ayudar a un adolescente a recuperarse de circunstancias traumáticas.

Los adolescentes enfrentan el dolor de manera un poco diferente a los adultos y la pérdida de un ser querido puede ser especialmente difícil durante la adolescencia. La terapia individual, familiar o grupal puede ayudar a los adolescentes a ordenar sus sentimientos y dar sentido a su pérdida.

Si su hijo adolescente no está interesado en la terapia, no se preocupe. Muchos adolescentes dudan en hablar con alguien.
Aliente a su hijo adolescente a que pruebe la terapia durante algunas sesiones y luego, puede permitirle que tome la decisión de continuar o no.
Si su adolescente se niega rotundamente a recibir asesoramiento, puede hablar con un terapeuta. Es posible que pueda obtener nuevas ideas y habilidades para ayudar a su adolescente a sobrellevar mejor la situación.