Mediante el empleo de una tecnología adecuada podemos conseguir que un objeto sea compatible con el medio ambiente. Esta afirmación no solo es cierta sino que cada vez encontramos más ejemplos que lo demuestran. Las nuevas posibilidades tecnológicas abren para el mundo del diseño nuevas vías para mejorar la eficiencia de sus productos, favorecer el ahorro energético o integrar más de una función en un objeto.