Desde el comienzo de la Revolución Industrial, hemos visto un crecimiento impresionante y sostenido en la escala de consumo de energía de la civilización humana. La representación de datos de la Agencia de Información de Energía sobre el uso de energía de EE.UU. desde mil seiscientos cincuenta (1635 a 1945, 1949 a 2009>, incluida madera, biomasa, combustibles fósiles, hidráulica, nuclear, etc) muestra una trayectoria de crecimiento muy estable, caracterizado por una tasa de crecimiento anual del 2.9% (ver figura). Es importante entender la trayectoria futura de crecimiento de la energía, porque los gobiernos y las organizaciones de todo el mundo hacen suposiciones sobre la base de la expectativa de que la tendencia de crecimiento continuará como lo ha hecho durante siglos -y una mirada a la figura sugiere que esta es una suposición perfectamente razonable.
