La Universidad Antonio de Nebrija me ha pedido que redacte un Libro blanco sobre el Pacto educativo, con el mismo equipo que elaboré el de la profesión docente. He aceptado porque me parece importante que el impulso y los estudios provisionales sobre un Pacto de Estado emerjan de la sociedad civil. Si la iniciativa la toma un partido político, que son los encargados de culminarla, se corre el riesgo de que los mecanismos de autodefensa del resto de los partidos hagan embarrancar el barco antes de haber partido.