Hasta llegar el siglo XVI las diferentes civilizaciones
artísticas de Occidente se habían sucedido sin
sobresalto. En siglo XV, Gótico y Renacimiento
habían vivido uno al lado del otro, en buena forma. Pero,
a partir de del siglo XVI, el arte occidental
se dividirá en fuerzas contradictorias que esconden
ideologías diferentes.